Tal vez si no hubiera estado tan obsesionado con el Golden Axe y el Mario Bros 3, los más concurridos y por tanto había que estar ojo avizor para no perder tu turno, hubiera prestado más atención a lo que pasaba a unos metros, en la zona que divide dos mundos muy distantes. Los mencionados y los de hostias, fútbol, coches... mayormente lo jugábamos los tíos, y el Tetris, Puzzle Bobble y algunos comecocos y algunos puzzles las tías. Sólo en casos especiales había excusa para que un chico jugara al Tetris, esto es cuando se iba de paso hacia otro sitio. De lunes a viernes sacrilegio acercarse a esa máquina, pero los findes mientras esperábamos que abriera la Disco Light, y como estratégicamente a dos pasos hay unas recreativas, entonces todo vale porque como el objetivo de la jornada es ligar, cuanto antes haya acercamiento al género contrario mejor. Confiesa, lo juegas porque te gusta, para ligar ya hay una cosa llamada futbolín donde ellos y ellas conviven sin problemas. Nada más cierto, pero en realidad el plan del Tetris se va al garete cuando se te forma una cola de chicas que no les interesas (son mucho mayores que tú y van a la disco de verdad, la que venden alcohol) que lo que están esperando es que te larges de su territorio.
SI MARTITA HUBIERA JUGADO AL GOLDEN AXE, HOY SERIA COMO ELLA.
Así pues, sólo queda un lugar donde aprender cosas sin que tus amigos te miren mal o ellas te cojan odio: en una esquina todos juntos están los juegos mixtos. Super Pang, Bomberman, el Bubble Bobble de acción y en ocasiones ellas jugaban al Gals Panic, lo que me parece genial. El Tumblepop es mixto ¿no?. Bueno, de vez en cuando se acepta que un tío eche una partidilla. El caso es que el pequeño preadolescente Key escuchaba mientras le daba al Pang lo que debatían aquellas féminas... y que luego no me servía para ligar con las de mi edad, porque había un mundo entre unas y otras. Eran tiempos en los que se iba a esos sitios con los/las de tu clase, en masa, créanlo, pero extrañamente rara vez se formaban parejas del mismo cole. El objetivo pues es cortejar a las chicas de otros coles que conocieran alguna de tu clase, y que mejor manera que invitar a la de tu clase a un juego mixto en el momento que se acercaba a saludar a esa otra amiga suya. Lo estoy liando, pero creo que se entiende. Pero también en éste caso, no invadan el Tetris. No me pregunten por qué lo sé, y si lo preguntan responderé que acabaron jugando ellas dos y yo mirando, para ir acostumbrándose a lo que es un menage a trois como dios manda. Sólo siéntanse afortunados niños de hoy de que no esté mal visto llevar el Sumito en el móvil y poder jugar cuando quieran
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