jueves, 18 de junio de 2015

Antivillanos.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 16-7-2010

Alguien inventó, puede que erróneamente, que el término antihéroe no significa el malo, sino un pobre hombre no más. Por tanto la versión patética del villano de turno sin poderes lo llamaré antivillano para definir al rastrero, pelota, desagradable acosador y bromista cruel de oficina que en el fondo, a veces muy en el fondo, cae bien aunque nos cueste años reconocerlo. Los grandes, George Constanza (todos llevamos un pequeño Costanza dentro) o Moriarty (ahora de mayor caigo, era el personajazo) y Howard Wolowitz (por poner uno actual) son demasiado conocidos e importantes para éste blog. Con mencionarlos basta. Pasemos a la nostalgia minimalista que es lo que se lleva ahora:















Dan Fielding (Juzgado de guardia)

Al ver de nuevo los episodios sucede como con Moriarty, pasa a ser un ídolo friki. Carne de avatar, que se dice. Ya en Cita a ciegas John Larroquette dio muestras de lo que puede hacer con el papel de dandy ochentero patético, alcanzando la cumbre en Juzgado de guardia como Dan Fielding, posiblemente el ser más pelota de la historia de la tele. Cobarde, inmoral, acosador de toda fémina que se le cruce y ávido de dólares y poder (se presenta a congresista perdiendo con un difunto) y todos los calificativos rastreriles los posee y los borda. Como los grandes actores demostró que puede hacer de malo de verdad en El Abogado años después, pero el tiempo e internet ha puesto en su lugar, los altares, al bueno de Dan.

















Stuart Bondek (Spin City)

Por si alguien no lo sabe, fue el colega nerd de Ferris Bueller. A partir de ahí, la gloria pasándose al bando de los abusones en el ayuntamiento de Marty McFly. Toda ética se olvida cuando hay una putada al acecho, a cualquier compi de curro. Sobre todo a Paul (otro ejemplo de antivillano) o el ingenuo James (vivan los estereotipos) ningún novio le querría organizando una despedida de soltero. No le hace ascos a nada, sólo el gran Dennis Finch sería un descendiente digno de éste elaborador de bromas retorcidas, piropos asquerosos y regodeo fetichista que por supuesto recibirá de vez en cuando la justicia del karma, porque si no caería mal del todo y en verdad le adoramos (sin querer ser como él) Sus momentos cumbre son cuando consigue que una chica que le da largas se acueste con él, se sienta culpable y al día siguiente fardar que es lo que toca y no falla que ahí estará Stuart para torturar (la basta que ella crea que pasó) a la desdichada víctima.














Douglas Reynholm (The It Crowd)

El puto amo. El jefe de todo ésto. Es que si no fuera el dueño heredero de la empresa sería muy patético, seguramente uno de tantos ingleses que despliegan su show en las gradas de los estadios de fútbol botellín en mano. Y aun así tendría su público. Porque el que es artista, es artista. Es el tipo de ser que no te atreves a presentar a tu hermana, prima, madre o incluso abuela, por lo que pudiera pasar. Que tenga un cargo de poder en la empresa sirve para regalarnos escenas tan guays como permita el ácido humor inglés, cuando cualquier excusa es válida para montar una juerga bizarra o la reunión a la que va con un disparo en la pierna. Pero Douglas Reynholm, a diferencia de sus antepasados (el padre también dejó una huella grandiosa) puede con la maldición y ni la muerte le reclama. Tiene antes muchos momentazos que darnos. Y ese poster en su despacho de la tenista que es la mejor declaración de intenciones.

















Harry McGraw (Se ha escrito un crimen)

Este no es patético de la forma babosa, es más bien un pillastre de cine clásico o detective vividor de baja estofa que por tanta mala suerte se hace querer. Si no nuestra Jessica Fletcher no le tendría como amigo. Al igual que todo aquel que se topa con la viuda escritora, Harry es acusado de asesinato, recibe palizas y es salvado por Jess muchas veces de acabar en la cárcel o muerto. Después del sobrino Grady es el que más trabajo le da para deshacer malentendidos, en su caso tanto por los malos tipo prestamistas de callejón y ex novias o por policías que no le tienen demasiada estima precisamente. Con facilidad para la bebida y para meter en líos financieros a la Fletcher, no obstante siempre tiene una frase graciosa para arreglar los enfados de ella.















Emerson Cod (Pushing Daisies)

Podríamos ponerle ex-aequo con Olive y así tendríamos una chica en el grupo, pero aparte que ella es un encanto su anti heroismo es lógico, por asuntos de amor no correspondido y consigue que la tomemos cariño por lo loca y excéntrica que se vuelve. Las tías que se me ocurren que son patéticas no son lo suficiente danfildenianas, y es una pena, no se atreven los guionistas de series a mostrar una rastrera fémina que caiga bien. Otra Olivia, la enfermera de Anatomía de Grey, pudo serlo pero termina tan odiosa que lo que da es ganas de matar y de lo que se trata es de crear ídolos entendiendo su mísera vida. Entrando en el apartado money money está Emerson Cod, el amigo interesado en acumular millones manipulando los poderes de un buen hombre crédulo (que como se verá con el que va después no es nada nuevo) a medida que avanza la trama vemos que oculta un trauma muy sentimental y su forma de ser era una máscara, como todos, pero en su caso justificado cuando conocemos a la peña de su pasado. 

 














Chuck Fishman (Edición anterior)

Lo de Fisher Stevens es muy grande. Con tres (sí, tres) actuaciones ha pasado a la historia. La tercera es un episodio de Colombo que hace de joven director. Las otras dos son las que pasa de buenazo (Cortocircuito 2) a avaricioso amigo de prota (Edición Anterior). Siempre al tanto de cómo los poderes del diario de Gary Hobson pueda traerles beneficios económicos, sin embargo ayuda cuando hace falta y a medida que avanza la serie no sólo por interés de Andrés, y es que las ideas de una trama original se agotan y hay que darle a los otros personajes amores y otras responsabilidades adultas. Lo hizo bien el chico aunque siendo sinceros, tuvo el mejor maestro en Fred Rolex camisa de seda, cuando Chuck era Ben Jahvri

-Javeli
-Vale...














Vince Masuka (Dexter)

Una nueva forma de tipejo secundario que bordea el caer mal, pero siempre se salva con alguna frase divertida. La cara luminosa de Charlie Runkle siempre está con la puntilla menos afortunada para desconcertar a los compañeros, en el momento menos oportuno ya que ni un cadaver, ahí al lado en el suelo frena su humor negro. Aporta en las presentaciones de los fiambres ese tipo de chascarrillos que impiden que la serie sea un drama, y en la oficina tampoco es manco a la hora de ofrecer sus servicios sexuales a las compañeras, sufriéndole la hermana de Dexter principalmente.

















Charlie Runkle (Californication)

Si alguien puede caer más bajo que mi creador Costanza, al menos en humor físico (que no en psicológico) es el agente-amigo de Hank Moodie. Digo y aclaro lo de físicamente porque aunque está a la altura del lenguaje de la serie, es en situaciones sexuales donde triunfa, para mal cuando su adorable mujer (la queremos, y a su voz) le pilla en plena faena con una amante o peor, lo del trío con la boxeadora y Mulder que ni encuentro palabras para expresarlo, los que vieran eso lo recordarán en sus peores pesadillas. Ese momento toallas de los dos suplicando a sus respectivas en la calle es insuperable, y es que la primera temporada es tan buena que las siguientes parecen de añadido, se ve que gastaron las mejores ideas en la primera.

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