martes, 30 de septiembre de 2014

Chazz Palminteri.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 23-8-2009

-Ocupación:
Actor. New York, 1952.

-Motivos para traerle aqui:
Muchos mafiosos cómicos, muchos mafiosos dramáticos. Y ver que más.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
-Y además tiene un San Jordi Award:
 
Ya en su primera peli Home free All (1984) estaba presente el mundo de la mafia, aunque sólo como uno de los vértices de tres ex combatientes del Vietnam que intentan recuperar sus vidas de vuelta a casa. Luego vendrían unos años de pasearse por la tele, pero también papelito en una de culto ochentero, El Ultimo dragón (1985) se juntaron un fan de Bruce Lee y una fan de Cindy Lauper, y unos malos muy malos que hacen lo de siempre, obligar al nene a repartir ostias para salvarla a ella. Todo tan caricaturesco que resulta encantador. Hasta los noventa que no volvió al cine, Chazz tuvo un período seriéfilo con episodios de Canción triste de Hill Street, Matlock, Dallas, y alguna tv-movie. Para un italo-yanki de como él no hay mucha diversidad de papeles, así que eligió especializarse en hamposos. Alternando comedia y drama, pero empezó con las risas. Oscar (1991) inferior a la original, Stallone haciendo el gracioso... pero a mí me gusta. John Landis dirigiendo un vodevil a ritmo frenético, Ornella Muti y Marisa Tomei. ¿Qué más quieres?. Pues a Chazz Palminteri con sus 1'91 de estatura esperando destacar entre los secundarios. Y tardaron poco los grandes en darle cosas más jugosas, en metraje y en importancia. Tras un par de títulos menores Sangre fresca (1992) también de Landis y ¿Dónde está la pasta? (1992) por fín llega lo bueno. 
 
Con Una historia del Bronx (1993) descubrimos que el entonces gran mafioso dramático, De Niro sabía dirigir bien, se puso a actuar de bueno y le dejó el malo criminal de la película a alguien tan poco conocido como Palminteri, y los dos salieron ganando. El respeto personificado a los ojos de un niño es Sonny LoSpecchio, una especie de miedo y atracción por el mundo que dirige desde su local de juegos. La chusma de allí le adopta como mascota, cosa que al padre currelas no la parece bien, claro. Un par de escenas memorables, la del padre diciendo a la cara al mafioso de Sonny lo que opina y que deje a su hijo en paz. Y por supuesto la de la fila de reconocimiento. Woody Allen tomó nota, necesitaba a alguien para un papel muy especial. Que pasara de figurante a co-protagonista en un par de escenas, ésta vez en cómico y acertó de pleno eligiéndole. Balas sobre Broadway (1994) son muchas las veces que John Cusack ha hecho de perdedor. Son muchas las veces que Chazz Palminteri ha hecho de mafioso. Pero aquí dirige Allen en un momento álgido de guiones. Teatro, gansters, con unos diálogos magistrales llegamos a la conclusión de que el talento está por encima de las apariencias. El brutote del hampa esconde mucho talento para escribir, mientras que el hombrecillo aspirante a director estrella de Broadway está estancado y con más de un motivo para temer por su prestigio, y hasta por su pellejo. Se las apañarán para sortear las dificultades, formando una asociación en la que lo de ceder y negociar lo llevará Chazz demasiado lejos, todo sea por el éxito. Tan irónica como conmovedora la última conversación que tienen. Nominacón al Oscar para Palminteri, por fin se le reconoce su labor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sospechosos habituales (1994) fue otro acierto. Pero si algo tiene aparte de rodar muchos italo-yankis y mucho Nueva York, son películas que dividen al espectador: Cuando salí de Cuba (1995) La última palabra (1995) y Fielmente tuya (1996) son de esas. Y de vez en cuando alguna de culto en género curioso, como Jade (1996). Fueron años de cosas raras, aceptables en el caso de La brigada del sombrero (1996) remakes innecesarios diría de Las diabólicas (1996). Tal vez era un intento de hacer otros papeles alejados de lo criminoso, y por eso se embarcó en algunos riesgos como los mencionados o Hurlyburly (1998) un duelo a ver quien habla más deprisa XD que no sé si me gusta o no pero al menos era prota y se rodea de Sean Penn, Meg Ryan seria, Anna Paquin de niña a mujer... fatal. Así se fue haciendo nombre Chazzi para terminar reconociendo que su destino es el que es, y que le recordaremos por sus secundarios del hampa. 
 
En Una terapia peligrosa (1999) volvió a las grandes ligas de la comedia, otra vez de malo pero con gracia (''encuentra un diccionario y busca la palabra cordura, si va a atacarnos con eso quiero saber que es''). Risas todo el rato de mano de Cristal, De Niro, Palminteri y Joe Viterelli, otro secundario del gremio que hacía de jefe en Balas sobre Broadway. Con el cambio de siglo viene unos cuantos thrillers que no he visto, en 2004 debuta como director de cine con Noel extenso reparto para contar como viven la navidad varias personas en Nueva York, cada uno con su historia cotidiana. Para echarle un vistazo si la pillas en la tele y ver a Susan Sarandon, el propio Chazz, Alan Arkin o Penélope Cruz. De actor destacar Memorias de Queens (2006) y Jonkers Joe (2008). Y hasta aquí puedo leer, lo demás son pequeñeces de no mafiosos y algún delincuente de talla menor en comparación con sus papeles recordados, noventeros todos. Urge nuevo golpe de gracia en cine del bueno para Chazz, si es de criminal mejor. O una serie de HBO o Showtime que ahí está el prestigio renovado, como estamos viendo con otros actores que teníamos perdidos últimamente.

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