domingo, 21 de septiembre de 2014

Guerra de polvos.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 12-8-2009

La guerra está servida. A van ba baluba balam bam bu. Eso dice Geoffrey. Que hay un chico nuevo en la ciudad, llamado Draculín, chupa de Truqui (Trucongo). Una empresa cordobesa se ha atrevido a plantar cara a Fresquito, de Fiesta, sita en Alcalá de Henares. O sea que pase lo que pase todo queda en España. Muchos cambios ha sufrido el vampiro hasta llegar a ser un chupa chups redondo para mojar en polvo de glucosa con sabor a cereza.

Siempre blandos, más chicles que caramelos una vez mordidos ya fuera en forma de bolas, caramelitos muy pequeños de a tres unidades por un duro (que contradictoriamente se llamaban super vampiros), chupa chups corrientes, piruletas... pero a la hora de sacarlos con polvito no se han andado con remilgos copiando el tamaño y forma de la bolsa, y eligiendo el sabor de cereza que es el Fresquito por excelencia (aunque últimamente han sacado otros en Fiesta, como el de cola o el de helado de fresa).

Tenemos pues una cruenta batalla en el universo de los chupa chups en bolsa con polvito azucarado incluído. El fresquito ha dominado siempre, sin necesidad de alardear ni anunciarse por la tele, tal vez en sus inicios para darse a conocer pero luego no ha hecho falta. Como los Jumpers o los Colajet, o Titanlux que hace anuncios cada 25 años para conmemorar y eso. Pero nada más, los Fresquitos sabían que tienen ganados nuestos corazones (y estómagos) sin necesidad de competir en el tema del marketing, convivían en un pacto simbiótico con los Lolipop porque son de la misma empresa. Puntos a favor y en contra de cada uno: el caramelo de Draculín es empalagoso , y el azúcar concentrado a más no poder , sabes que te estás comiendo algo que no recomendaría tu dentista. Pero está bueno, desde el primer golpe ya que el caramelo tiene pegada una buena parte del polvo que solo se quita de una forma, comenzando la tarea. Por su parte el Fresquito no es un chupa chups en sí, su forma no es una bola sino un dedo casi cuadrado que al principio no se le queda pegado el polvo, un polvo más fino y blanco. Seguimos hablando de golosinas ¿eh?.

Una diferencia notable es que el dedo caramelo de Fresquito te dura mucho más tiempo y casi entero una vez has consumido el azúcar polvoriento, quedándose en chupa normal. Su nuevo rival a poco que lo muerdas se queda en la mitad y con eso has de apañarte para recoger el resto del polvillo, o mejor dicho gránulos de cierto tamaño. Los dos productos están bien, no sé si el vampirillo nuevo se quedará como competencia pero ha empezado fuerte. De momento los voy alternando, veremos si me canso o no de lo empalagoso que es Draculín. Lo que no he encontrado es en el mismo establecimiento los dos juntos, y no creo que sea por casualidad. Hay guerra, nosotros decidimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario