PUESTO ORIGINALMENTE EL 2-3-2012
Dicen que M.Night Shyamalan va cuesta abajo, de mejor a peor. Y Kevin
Smith igual hasta hace poco. Aficionados. El rey, el
súmmum de la estulticia, el que nos dejó cada vez más atónito con cada
propuesta que se le ocurriera y le dejaran hacer fue él, Peter Engel,
retratador de la juventud noventera que, como castigo, ha acabado
haciendo un reality de humoristas de segundísima. Ay, el karma. Con lo
bien que empezó.
Bueno, empezó con tv-movies allá en los setenta
como productor ejecutor... perdón, ejecutivo de naderías hasta que se
dijo de darle un prota seriéfilo a Hailey Mills, que también andaba
dando tumbos por episódicos y eso había que arreglarlo. Así nació Good
Morning, Miss Bliss la serie destinada a mutar en Salvados por la
campana. En el piloto no están los Zack, Lisa, Screech... pero sí los
siguientes actorazos (preparando cara de asombro): Bryan Austin Green,
Jonathan Brandis y Jaleel White. Poco a poco la trama, centrada en la
profesora fue derivando a los alumnos hasta que éstos le hicieron un
Homer (apoderarse del protagonismo) y el resto es historia. Lástima por
ella pero nos llegó así una divertidísima sitcom de institutos que marcó
el objetivo de todo estudiante de bien: un centro de estudios es un
lugar para ligar y ganar dinero, a costa de los ingenuos compañeros. Con
diálogos chispeantes, personajes típo pero con carisma y muchos
pequeños detalles originales, cada episodio dejaba un buen sabor de
boca. Nada más pretendía el bueno de Peter. Ahora sabemos por el libro
de Dustin Diamond que los rodajes eran menos cándidos pero la cosa
cumplió su cometido y se estiró lo que pudo en la uni y en las
vacaciones, que yo tenía confundido con un episodio de la cuarta
temporada por un partido glorioso de voley-playa.
ENTONCES ¿HACE FRIO O CALOR?
Bueno,
vale ya, le dirían al productor. Te he dado lo que puedo, no puedo
darte más. Pero Engel siempre sabe de dónde sacar más. Los reboot no son
de ahora. A los genios no se les reconocen. Unos cambios como la otra
vez y vuelta a empezar. Seguro que sale bien... y la verdad, pos no,
aunque mantengo que algunos capítulos de La nueva clase con el moreno me
gustaban. Así a bote pronto, el de Haaarvard, y el que se liga a una
por hacer de canguro del hijo de Belding (que se llama Zack,
homenajeando, pero en un sueño resulta un peazo baby que... ¡no! trauma,
el horror)
Mientras todo ésto pasaba (incomprensible que las
secuelas duraran hasta el 2000) 'ecce producer' tenía más ideas. La
música es buena. El surf es guay. Los Power Rangers de paisano han de
tener una vida. ¡Contémosla! Vale, es una teoría de por aquí: los de
California Dreams son los Power Rangers sin poderes. O los Bom Bom Chip
de mayores. Seguiremos investigando. El caso es que tirando más de tipex
unos cambios por aquí, personajes más idiotas en hostiabilidad y número
por allá, pero que cantan bien (el menos en el opening) un pseudo
Screech... la decadencia era progresiva sin embargo enganchaba lo
suficiente para ver el siguiente episodio, a ver, era eso o los deberes,
que sólo teníamos seis canales. Hacían risa, yo oía risas, salían de
algún lado. Y tenían una vigilante de la playa, qué más se puede pedir.
Como dijo Al Pacino en Esencia de mujer ''sólo estoy precalentando''
gritó Peter Engel. Puedo hacerlo peor, y querréis verlo. Lo primero era
cierto.
LAS CARAS DEL BATERIA NO TENIAN PRECIO
Hang
Time es la del baloncesto, Un equipo con clase. Los motivos para verla
era decidir cual de las tres chicas se ganaba el puesto de primer amor
televisivo y aunque tanto la rubia y la pelirroja eran monadas con
camisetas de basket, finalmente me decanto por la morena, Megan Parle.
Por esas caras tan graciosas que casi parecía un anime. Valga éste ejemplo (la buena jugando era la rubia)
Los
tíos de ésta serie ya eran completamtente imbéciles todos. Y en todos
los aspectos el bajón era evidente. Ni secundarios con enjundia, ni
historias mínimamente originales, tal vez porque el cerebro incansable
de Peter Engel no para quieto y se desdobla con otros productos. Decide
que la nueva fase de su videojuego juvenil sea internacionalizar la
cosa. USA High era llevar a París a un grupo similar de guapitos, un
nerdi, un negro -negra ésta vez- ¿por qué no? a pesar de la enemistad
eterna entre ambos países, los yankis van a París de viaje de estudios.
Aunque la cafetería y los escenarios eran los de Salvados... se supone
que los nenes estudiaban el último año de insti en la capital francesa y
como decirlo... la odiada pero por mí estimada Primeros Besos le da mil
patadas. Encima repitiendo tramas (el doctor amor de la radio, pelea
por nueva estudianta) y la única chispa de carisma era para el loser y
su cara chiste, un tal James Madio que hacía de Screech/Weasel/Winkle
pero exageradamente peor.
DESTILA CARISMA
Eso
es lo que visto youtubeando y les aseguro que ha sido duro. Tortura
medieval es poco. Más o menos como el siguiente proyecto de nuestro
producer-man, que nunca dejó de pelear con Darren Star por ser el nuevo
Aaron Spelling. Pero claro, éste tenía al otro enchufao. Todo política.
No pasa nada, La 2 siempre anda falta de series a las ocho y media o
nueve. Qué mejor horario para una sitcom refrescante. Agil. Dinámica.
Ridícula. Seguro que algún capi de Malibú, Ca pillásteis (creo que ni se
molestaron en traducir el título) y no era difícil adivinar quien
estaba detrás del engendro. Un bar playero, mucho surf, elevamos la edad
a veinteañeros y la rubia bombón más idiota de la historia mundial de
la tele, Priscilla Taylor, playmate ella. Los tíos como ya era habitual,
todos para matarlos. Algunos de los diálogos más mongoloides vistos
jamás en la caja tonta. ¿Cómo superarse?
Pues puede. Peter Engel
cayó todavía más bajo. Y lo hizo tal que así: si copiar a Salvados con
los capullos esos de Paris de antes fue irrisorio, vamos ahora a copiar
con más tontería... ¡a California Dreams! Una idea digna del señor
Crapsmith. O de Rajoy. O de cualquier otro que desee el fin de la
humanidad. Eso era One World. Estaban todos los niños Engel, el negro,
el delincuente, hasta la china. Lo único reseñable era que Jordana Spiro
salió un par de episodios. Si no sabes quien es ella o el señor
Crapsmith, necesitas menos vida social y más internet.
ADIVINA CUAL. LO MISMO LOS TRES
Chicas
de clase y Colegas de clase fueron los últimos intentos de Engel por
dejar su sello que es siempre el mismo cambiando dos o tres cosillas.
Encajaría en las teles de España el hombre. En ambas, ni una cara
mínimamente conocida. Nuestro Peter tomó decisiones tan sorprendentes
para ser él como erróneas. Como que la primera esté ambientada en el
frío Chicago (!) adiós a las camisas playeras y el sol, al subir a 30
minutos por episodio no hay risas enlatadas (necesarias en las series de
éste señor, si no a ver como saber cuando NO reirse) en resumen un
Gossip Girl light, siendo de 2001 demasiado noventero. No hay target,
las cuatro amigas protagonistas son monillas como mucho, ni tía buenorra
oficial hay. Ellos secundarios palurdos del quince y olvídense del
graciosito nerd de turno, eso también fuera.
En la segunda, City
Guys sí tenemos a uno así y otros toques de la casa como el negro, y
aquí debo pararme: él y todo negro que se pasee por los muy cantosos
decorados de cartón se ponen a rapear cuando menos nos lo esperamos, sin
venir a cuento. Por lo visto le pareció una buena idea. Por lo demás
casi calcado en casi todo a Salvados por la campana. Otra vez. Ya no sé
si quiero que 'ecce producer' intente cambiar o refritarse a sí mismo.
Da igual, el producto es desastroso igualmente. Los tipejos de las teles
que le dejaban hacer éstas cosas al fín, por fín, se cansaron. Y ahí
anda Peter Engel entre comediantes en Last Comic Standing, que les
invito fervientemente a que vean los vídeos. Es, y va en serio, el mayor
rebaño de freaks haciendo el mental que podrán encontrar hoy día (uno
lo es) No están buscando al eslabón perdido en el sitio adecuado. Los
tiene reclutados Engel en su objetivo de convertirse en digno heredero
de Tod Browning. Pero éste los trataba mejor. Los de ahora dan más
miedo.
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