sábado, 26 de diciembre de 2015

Chicas Lauper.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 20-4-2012

Me voy a quedar más solo que la una. No sé si habrá alguien más que le guste (o simplemente soporte) éste tipo de chicas ochenteras rubias con aspecto vagabundo, pelos y ropas locas, voces chillonas y que no paran de mascar chicle. Desde luego lo comprendo, pero a mí me hacían gracia.

Cierto que las ví en sus horrendos productos audiovisuales en la tele y de pequeñín, no obstante me siguen atrayendo extrañamente cada vez que las avisto. El famoso videoclip de Cindy, Madonna en ¿Quién es esa chica? ¡HALA!, Lori Petty en Tank Girl ¡HALAAA!, Carol Kane en Seinfeld o Scrugged... otra cosa no, pero no se las puede acusar de sosas. Se empeñaban en resultar divertidas.


















No tengo más defensa que esa, la desvergüenza gracias a la cual chocaban con las rígidas normas de comportamiento social, del pobre hombre que se las encontraba, y el lío en las que la chica le metía y sólo al final él se enamora mandando al cuerno la aburrida vida que ya tenía pero que le esperaba, sobre todo si le rondaba una boda con alguna tipa plomo con familia ídem.

El concepto viene de lejos, con otras fem fatales si no estrambóticas sí graciosas por su torpeza. Las mejores comedias románticas clásicas iban de eso: La fiera de mi niña, Qué ocurrió entre mi padre y tu madre, Su juego favorito... mil veces mejores que las comrom de la última década, en las que salvo muy contadas excepciones las protagonistas ni son alegres siquiera (Katherine Heigl que demonios pretendes)


















No obstante, las hay raras sin más, sin tener que ser comediantas, que a mí me vale el eclepticismo de Lykke Li, la encantadora locura de Cassie (Skins) o varios animes aunque ahí es mitad odio mitad atracción. Sea como sea, el caso es huir de la sosez que nos impone la sociedad y en algo tan importante como la media naranja que sea con azúcar que todo eso de ''lo importante es superar los silencios incómodos'' estoy de acuerdo, pero el resto del tiempo no sólo hay que parecer feliz, sino serlo.

Supongo que todo viene desde Clarissa

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