De los productos de comida (basura o no) los hay que por subjetividad máxima se recuerdan más que ningun otro. Para mí están las Ruffles Bravas y luego lo demás. Hete aquí otros aperitivos varios que también me gustaría volver a encontrar, aunque sin llegar al nivel de las mencionadas, sus hermanas Ruffles Barbacoa, Chimos y el Radical de limón, que son el póker de ases por el que si la peña se moviliza me apuntaría enviando emails o acamparía con carteles en las fábricas o algo así. Si alguien se sorprende, lo llamamos quedada y ya nadie dice ná.
Lay's Serranas
Para un roto o descosido, sobre todo porque las tenían en la tienda de justo debajo y algunas tardes me daba por ''hey, mientras veo ésta serie tan insustancialmente entretenida que es Nuestro Barrio me apetecen unas patatuelas''. El Continente queda lejos para las Bravas, y no quiero amasijos tipo Papa Delta o Pringles. Quiero patatas de verdad, de olor y sabor intenso y patrio. Pues eso, las Serranas. Que son un poco decepcionantes porque la cantidad de unidades extrafinas, que se puede ver a través de ellas, en cada bolsa es alta. No es lo mismo que una Lay's Serrana como dios manda, compacta y uniforme. Según cuantas encontraras de cada, esa vez era una buena compra o una pequeña derrota.
Colajet
Si hay un producto que ha sabido ser eterno que ni siquiera necesita anunciarse desde hace años, sigue siendo fácil de encontrar y cumple pues está bueno y sobre todo SIGUE SIENDO BARATO es el Colajet. Lo dice alguien que no se entusiasma precisamente por la parte de abajo, la de cola, cuando a ésta le queda su mitad. Vamos que de esa parte es un bueno, ya que estás ahí... Y uno se pregunta ¿tan difícil es la continuidad que otros desaparecen inexplicablemente? Será que es como los entrenadores del fútbol, que a muchos sus jefes no les define la paciencia.
Drakis normales
Por Drakis normales ya saben a cuáles me refiero. No se ofenda nadie si los pongo en ésta sección de me molan pero no lloro desesperadamente por su ausencia, también es cierto que sólo recuerdo haberlos catado un par de veces. Con todo, me sumo a la impresión general de preguntarse por qué demonios esa decisión de dejar la Pandilla Drakis con sus fantasmas y murciélagos en vez de las dos o, en caso de elegir, por qué no dejaron las Drakis normales. Pero estaría bien que retornaran seguro que, al menos inicialmente, arrasarían entre el populacho de treintañeros y por curiosidad entre los jovenzuelos actuales.
Doritos azules (a.k.a. Rock and Cream)
Otro clásico de reivindicar su vuelta. Si hubo un sabor diferente y una buena idea fue la de Doritos, de hacer una especie de nachos lights que no te hagan vomitar fuego por todos los orificios tras tomarlos. Yo me compro a veces los naranjas (a.k.a. Tex Mex) para descansar de tanta patata. Que ensucian los dedos, que llevan queso que en éstos aperitivos no me va mucho, pero bueno de vez en cuando fale. Por supuesto si los azules se comercializaran de nuevo no sólo se llevarían ese honor ipso facto, sino que los tomaría más a menudo, al menos un tiempo por compensar la nostalgia. Y sin nostalgia, estaban más buenos que los naranjas eso fijo.
Fresas gigantes
Sección eternos, subsección golosinas. Esas tan esponjosas. Por un tema presupuestario las adquiero cada vez con menos asiduidad, porque siendo sinceros es un lujo. Más hoy día. Que son dos bocaos, pero claro tan deliciosos que alguna vez al encontrártelos de sopetón piensas y miras tus monedas, y piensas de nuevo y miras las monedas de nuevo, como Homer Simpson unas cuantas veces hasta decidirte o no. Además del puntito de la parte verde.
Yogures Yoplait
Desazón. Pena. Impotencia. No demasiada pero colea en un rinconcito de la memoria al ver un trapo de limpiar que fue camiseta de Yoplait, o el vaso del lavabo ídem promo de la marca, que no deberíamos de usar para el cepillado dental que las bacterias que se habrán formado en la parte de abajo ya andan por la Edad Media en evolución. Como Avidesa, que no incluyo más que de mención porque el nivel de añoranza es más fuerte que lo que nos ocupa hoy, Yoplait abandonó España dejando un buen número de corazones rotos.
La Jijonenca
En mi ciudad no están. Y por lo que he investigado lo que sobrevive es de inferior calidad. Debo explicar que fueron los helados que tomaba al salir de mis primeros cines de verano, en pueblo playero pequeño y eso significa tras ver Cortocircuito o Sufre Mamón, cosa fina. Era como Royne pero mejor. La Jijonenca tiene una cosa, en su sencillez: una vainilla buena. Volviendo a citar al pater familias Simpson, eso es mucho.
Twister
Puede que ésto sea muy personal, pero como con los Colajet celebro que se sigan fabricando los Twister de siempre, y para un apaño los que llevan naranja en vez del verde que no sé si es piña, lima rara o qué, prefiero no saberlo el caso es que me encantan. La diferencia con los Colajet es que me he tirado unos años de no encontrarlo, o sólo en un sitio lejano y eso limitaba las compras por mi parte. Pero desde éste verano los tengo cerca en un Bar/Pub y en una tienda de aliment... en un chino. Grata noticia porque en invierno ahí estarán para ocasiones especiales.
NOTARINA: respecto a los caramelos Pez, debo de ser un inútil total porque no los encuentro y todo el mundo parece que sí.
Creo que algunos de los citados, de añoranza o de eternos, están vivos aun en otros países o en algunas ciudades de España. Pero como ya dije, hacer locuras sólo por los cuatro del primer párrafo. Otras 'te echo de menos pero no tanto' serían los caramelos rompedientes esos redondeados y alargados, los de lima limón y los de fresa y nata eran lo más. O los muy llorados bollicaos de dos sabores. 'Eternos' tenemos un montón, desde los Fritos Barbacoa a tantas chuches, el Aquarius o los Jumpers que ni necesitan publicitarse ya, y veremos si un día dejaran de estar los echaremos de menos con cuanta intensidad. Que no pase, y que vuelvan los otros mencionados. Que parace que los directivos no lean a los fans de la comida basura en internet. ¡Espabilen señores! Más Mirindas y menos castings de sabores extraños.
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