PUESTO ORIGINALMENTE EL 9-12-2011
Der Pilot. Que debe ser piloto. El primer episodio de ésta cosa, una
copia germana de tontiteen of yankilandia estereotipada con todo lo que
conlleva: actuaciones pésimas y caricaturescas, canciones en inglés
orientativas (la primera, Lady Marmalade) diálogos por y para petardas y
movimientos de cámara acelerados al careto de alguien con sonido fíuuuu
remarcando que va a pasar algo, y pasa, la gilipollez en forma de frase
que suelte como definitiva. Porque es de cuarenta minutos si no meten
risas enlatadas.
Empieza el epi con la protagonista, Laura,
despertando el primer día de su nueva vida. Se han mudado desde un
pueblecito a la grande Munich, y no tardará en ver como se joden sus
esperanzas de molar y de ser glamurosa, por una serie de desdichas como
que no ha llegado la ropa buena y ha de ir al insti con una camiseta o
que su padre la lleve en el coche de policía porque es policía. Vale, lo
primero no es su culpa, pero lo segundo ya lo sabía. Como pretendías
ser de las guays mujer. En fin, ya ha sido humillada ante la
espectacular cifra de 20 personas, encima tiene que pasar por el trago
de presentarse ella misma a la clase (profesora cabrona) o se topieza y
se cae por ahí, siempre quedando mal. El arte es que todo ésto pasa en
sólo ocho minutos. Y lo mejor, que entonces pasamos de serie de
tontainas quinceañeras Disney Channel a un Sexo en Nueva York first
class porque sube un poco el tono en diálogos y magreos, pero por
desgracia sin dejar los demás aspectos vergonzosos.
LA PROTA, DENIS LEARY Y EL HERMANO REPELENTE
Los
despropósitos se acumulan con giros inesperados. Con lo bien que le iba
como marginada, en vez de ponerle un amigo gordito gracioso y varios
enfrentamientos con las malas hasta ser aceptada como nos enseñaron
muchos films de los 90, y ocupar con esa trama un buen número de
capítulos, lo que hacen es que simplemente aparece en una fiesta con un
vestido bueno. Suficiente, ya la adoran y un cachas se le insinúa. 12
minutos según el reloj de Erase una vez... El dire es un fiera. ¿Qué
hacer ahora? Pues o le dice alguien que es la nueva cazavampiros, o la
nena descubre espiando en los lavabos el plan de las gossip de tirarse a
un profesor para así robarle unas llaves y sisar las preguntas de un
examen. Pasa lo segundo, lástima.
¿Por qué de esa forma? No lo
sé, no voy a verlo de nuevo, les gustará el fornicio a las zorras éstas.
Pero tras una vomitiva discusión llegan al trato de que nuestra Laura
sea quien seduzca al maestro, que no duda en acostarse con una alumna de
16... no, espera, con ¡dos! porque entra la más ninfómana (inicial
cebo) y propone un trío, que inician pero Laurita se va con las llaves
porque de repente ya no está por la labor, que hasta ahora sí lo estaba.
Entrar en el olimpo de la popularidad tiene su precio, ése es el
mensaje para las niñas alemanas. Pero será que pensó un segundo, que
para un papel de un examen suelto es mucho jaleo.
BARBIES ALEMANAS. LAURA QUERE SER COMO ELLAS
23
minutos de metraje y han hecho todo eso, la prota es integrada en la
manada, celebran su éxito conduciendo y bebiendo (friday, friday...)
hasta que las para un poli que es... exacto, papi, y Laura le pide que
lo deje en aviso y claro, el padre poli clon de Denis Leary -es clavado
el jodío- las deja ir. Más puntos para con las chicas guays a la saca de
la protagonista. 27 minutos llevamos y no crean que no quedan cosas por
pasar. Porque aunque no lo crean, más cosas han pasado. El polvo con el
maestro de inglés fue grabado en vídeo y lo ve el profesorado, con lo
cual de alguna forma Lauri es culpada de todo, y pasa a ser ooootra vez
una marginada. ¿Cómo resolverlo? Tranquilos, quedan 13 minutos, en eso
en Schoolgirls te hacen una temporada entera de Como conocí a vuestra
madre.
No se le ocurre otra que ir a un río donde unos cuantos de
la élite se están dando un bañejo. Se medio despelota y se tira para
que un guapín la rescate. Sí, señores, se ven tetas. El target de ésta
serie pasa en segundos de producto para treceañeras a producto para
veinteañeras calentorras adictas a lo frívolo, las compras, la moda,
etc. A todo ésto, una incoherencia más: consigue mediante el ya usado
método de grabarse follando, pero ésta vez sí del todo, con el alumno
baywatch y cambiar esa cinta por la que la directora pretendía enseñar
al ministerio que al ver sólo a dos alumnos dándole al asunto se largan,
y el profe pederasta se salva ¡y se prejubila a los 30! con lo cual el
deseo de las zorrupias de que su madelman pedagogo se quedara en el
insti, no se cumple. Lo que ha conseguido Laura es que se vaya
igualmente, con un pastón de los contribuyentes y libre de un delito.
Hete ahí la incoherencia. Por supuesto, ésto le vale la aceptación de
nuevo entre la élite. Fín del epi, ahora sí, lo estiran un poco más y da
para una peli.
EL PROFE Y SUS ALUMNAS
Eso
es Schoolgirls, lo peor de los noventa y lo peor de los cerocero a la
vez, más idiota, más sobreactuado y con más diálogos mongoloides que
cualquier ejemplo que se les ocurra. Pretty Little Liars es una
maravilla en comparación, Física y Química una obra de arte de la
credibilidad, Caramelo asesino interpretaciones de Oscar. Pero en
realidad, lo más aberrante son las frases estúpidas nada, el 95% de
ellas, el montaje videoclipero de repente, y una de las actrices, la
rubia de pelo corto que debe tener unos ventiocho años y responde por
Stella. Las otras también dan asco pero por guión a veces aflojan según
la tonturra y voluble prota esté en fase caer bien o mal.
Recomiendo
ver el piloto por la experiencia de quedarse con cara de ''que coñ... me
cuentas con tanto giro'' cuatro o cinco veces, y comprobar que no sólo
en España copiamos las absurdeces de las teles yankis, para educar a
nuestros chavales con los valores de la frivolidad, no usar más de media
neurona al día, o el sexo irresponsable. El orgullo del primer mundo.
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