PUESTO ORIGINALMENTE EL 4-11-2011
D.E.P. el último sobre enorme molón que se me rompió el otro día.
Desde
tiempos inmemoriales del internet en España (ésto es, finales de lo 90)
hay tres series que, como culto religioso, es como si nunca hubieran
terminado, gracias a que los fans se resisten a archivarlas del todo.
Bueno, quizás Friends ya esté casi guarada en algún rinconcito para
sacar momentos de vez en cuando, cuando alguien la mencione
allí estarán los seguidores de siempre para revivirlo. Es la primera
que, cuando el PC se estaba normalizando en nuestro país, indundóse la
red de webs con resúmenes de los epis, fotos, guiones traducidos (algo
que me pareció la rehostia en su día) incluso la sintonía de fondo como
si de un politono se tratase. Algo muy guay hace diez años.
La
otras dos series, Buffy y Expediente-X calaron tan hondo como Friends pero
puede que al no ser una sitcom, e ir de profundas y tal, puede que como
secta perduren para siempre. Al menos por rachas, en mi caso me da la
fiebre cada equis tiempo y es como la primera vez, devorar
información, visionados online, que fue de los actores y si a pesar del
truño de la última peli habrá otra... pero se me pasa cuando termino de
ver los capítulos, y hasta la
próxima.
Eso puede entenderse, la nostalgia, y que es muy buena coñe, siempre
digo que el aspecto y tono cinematográficos ayuda. Hasta en la primera
temporada que no había mucha pasta parecía que sí, una serie producida
con empaque. La diferencia éstos últimos años respecto a otras fiebres
anteriores, es que esa revisión no viene acompañada con el interés,
igual de talibán, por los fenómenos extraños en general. Porque uno ya
no es tan ingenuo como lo fue aquellos días de adolescencia cuando, con
el primer boom, cayó en las redes del Círculo de amigos de Expediente-X.
Bonito al principio, pero luego...
Pero luego, cuando ya estabas
viciado con los grandotes y requetemolones sobres aquellos, y los
dossiers que los ufólogos jovencitos españoles, periodistas (algunos) te
hacían llegar de gratis y contenían una sabrosa info de la serie y
casos de la vida real, pues el adolescente Kei tan contento. Buena
decisión la de haber mandado el cupón de inscripción que venía en una
revista de tv, en el artículo/entrevista a ese jovenzuelo que era Javier
Sierra, una especie de Mulder español que es lo que todos queríamos
ser. El y su equipo ¿escribían? ¿traducían? el material que de forma
oficial les mandaban de la 20th Century Fox, o sea que tenían contacto
con los responsables de Expediente-X. Que iba a saber yo en ese momento
que la estafa del periodismo de fenómenos paranormales no era nuevo en
España, que llevaba un par de décadas bien organizada en revistas y
algunos programas de radio, y con la serie tuvieron un reboot pero a lo
bestia. Y que esos jovenzuelos tan sólo eran la nueva camada.
También
ayudó que las revistas de la tele o incluso de marujeo general se
apuntaran al tema, durante un tiempo con secciones fijas coleccionables
(Pronto con las dos páginas negras centrales, y Tele Indiscreta con los
libritos rojos lo hicieron bien) amén de fascículos independientes
coleccionables que no paraban de sacarlos y anunciarlos (Factor X,
Dossier Ovni...) Y revistas nuevas del gremio, radio espacios, los geniales libritos con casos inéditos y los cómics de Adlard... todas las polladas que se les ocurrieran hasta que la cosa fue tan grande que les dieron bola en la tele.
Pero oyes, ojos que no ven, tan contentos nosotros recibiendo de cuando
en cuando los informes a coste cero. Hasta que se les fue de madre de
tantos que éramos y esa fue la excusa perfecta para darnos un ultimátum:
o empiezas a soltar pasta (por el juego, por vídeos, etc.) o como somos
ya 30.000 no damos abasto los cinco amiguetes ufólogos y lo gratis se
acabó. Servidor no se gastó un duro y pasaron los meses aceptables de
espera, y luego otros tantos más y otros y me fulminarían del club et
finí de recibir el material.
Comprensible, pero hubiera estado bien una nota de despedida. Simplemente dejaron de comunicarse con los que no compraron algo.
Para entonces, un par de años
después, aunque la serie seguía de moda los adyacentes dejaron de
participar. Por adyacentes léase las revistas de no misterio y que las
colaboraciones de cinco minutos con las divas mañaneras de la tele no
cuajaron, sólo Javier Sardá dio cobijo a Sierra pero en un tono que el
muchacho luego se quejaba que no era serio como él quería. Tocate los...
porque el tipo seguía yendo.
Llegamos ya a principios de siglo.
Internet coje el testigo con eso que decía antes de las webs de fans
-bendita Sangrefría- y Tele 5 la putea como sólo antes se vio con Doctor en Alaska en La 2. Para entonces los ufólogos estaban
colocados en las revistas tipo Enigmas (Iker Jiménez recorriendo
pueblos donde todos eran buena gente) había congresos bastante cutres en
donde les dejaran una sala en cualquier ciudad donde no faltaban las
polémicas entre ellos, y mientras Cebrián aguantando
como podía con su Rosa de los vientos como oasis de dignidad, mientras
estuvo él al menos. Ahora al nuevo que lo escuche su abuela.
Como dije una vez por aquí
me divierten las guerras que tienen los aficionados en los comentarios
de blogs que es una cosa que continúa fresca y activa. Nos va la marcha,
todo lo que hagan los amateurs sin ánimo de lucro bienvenido sea. Pero
es una pena que aquel proyecto por correo ordinario, cuando éramos unos
ilusos ávidos de conocimiento, resultara ser una secta cerrada para que
cuatro plumillas oportunistas se aprovecharan del personal. No sé si
alguna vez en ese tiempo, los primeros meses, también eran unos fans de
la serie comprometidos y respetuosos con su público y... nah, me da que
no. Los muy mamones se hacían llamar Comité de expertos. Y pensar que
todavía los invitan a dar charlas a las universidades de periodismo. En
fín, al menos los sobres fueron gratis.
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