PUESTO ORIGINALMENTE EL 17-9-2009
Ya iba siendo hora de hablar de éstas dos. Hace casi un año, al iniciar
el blog lo hice con el título Es mi vida. Tonto de mí por creerme
original, había a puñaos con ese nombre, sobre todo diarios personales.
Algo alejado de la temática que yo pretendía, obviamente lo tomé por la
serie que mejor reflejó a la Generación X. Parker Lewis también pero no
era tan realista, yo no tenía una sala de control con mil cámaras en el
insti. El caso es que una de las primeras y celebradas secciones la
tenía sin actualizar, y anda que no hubo primeros amores televisivos me
refiero chicas con personalidad, algo que le sobra a Angela.
Y nunca
hemos tratado ésta una de las series más maltrataditas que hubo. Además,
en vez de enamorarme de la amiga de la prota, algo habitual, ésta vez
es díficil elegir. En otras series es más fácil: antes Six que Blossom,
antes Kelly que Brenda, antes Helene que Justine, y con Yunoka es que sólo estaba ella.
Pero en Es mi vida me valen las dos, Angela (Claire Danes) y Rayanne
(A.J. Langer). De la pelinaranja de bote me gustaba como se enfrentaba a
los profesores, largándose sin más a mitad de la clase tras una
discusión generacional más o menos filosófica. Y entre sus grupos
favoritos estaba Smashing Pumpkins como le dice a su padre cuando él
intenta hacerse amigo suyo preguntándole que música escucha. Como todos
no entiendo tanto cuelgue por el prota, Jared Leto pero las chicas son
así, el amor es así. En realidad da penica el chico, alguien le echó
superglú en la taquilla y al apoyarse se quedó allí toda la serie, si no
no me explico que siempre estuviera ahí sin moverse.
De Rayanne que me
va a gustar, pues todo. Era la fresca, la que te coje y te mete... en un
buen lío. Tiene una madre guay, y vestía como una vagabunda.
Irresistible. Había otra chica, Sharon la amiga abandonada que no sé, es
guapa pero tan normal... y criticona. Aquí mola lo diferente, lo
rebelde. Es el leit motiv de la protagonista, que siempre tiene
argumentos sociológicos para protestar a los mayores. Eso hicieron en el
año 94 con actores entre 16 y 20 años, novedad encontraron intérpretes
competentes acordes a la edad. Aquello de no querer ser como sus madres,
lo entendemos perfectamente. Lo que creo que se pasaron es con el
tráfico en el instituto, o los pasillos eran muy pequeños o hubo un baby
boom en la localidad años antes. Otras cosas buenas: que cada capítulo
se hace largo, eso es bueno si el programa lo es. Y tienen bastante
aspecto cinematográfico como Expediente X, se reflejaba muy bien lo
deprimente del personal adolescente, con pequeños momentos de alegría.
Lo habitual era lo contrario en las series.
Tantas neuras resultaron ser
atractivas aunque en aquel momento ni idea del por qué. Ahora que somos
mayores y vemos de nuevo la serie se entiende perfectamente. Es una
sensación, de mareo, que todo el mundo tiene al hacerse adulto. Que seas
más interesante o menos depende de la forma que eligas de cometer los
mismos errores.
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