No se asuste nadie. Sí, la prota (nuestra Angela Goethals) hace aquí de joven promesa del tenis, pero Phenom no va de tal deporte más que a ratos y muy divertidos, por cierto. Es una serie familiar y estándar, con los temas comunes y no comunes al máximo y mínimo exponente y múltiplo. Precisamente la diferencia está en los aspectos del día a día entre torneos y entrenamientos de la chica, Angela Doolan, siendo clave el muy, pero muy, chiflado entrenador que le toca, Lou Della Rosa (William Devane) que también les sonará de mil series.
Las dificultades sociales por dedicarse en serio a un deporte por quitarle tiempo para hacer amigos, estudios, sacrificios familiares... con todo ello lidiará Angela apoyada por una sacrificada y protectora madre (Judith Light) un hermano veinteañero apocado (Todd Louiso) y una hermana pequeña adorabililla (Ashley Johnson). Padre ausente, y es que el drama está muy presente quizás demasiado, aunque cada escena chunga se resuelve rápidamente con algún comentario gracioso por fuera de lugar, como a veces en Blossom o Búscate la vida. Ahí en medio pondría la intención de Phenom, no siempre consiguiendo un equilibrio. No obstante las pequeñas ocurrencias, que pueden salir de cualquiera de los interfectos, y las buenas interpretaciones hacen que cada epi se vea con pasmosa facilidad.
Sobre todo Todd Louiso y el entrenador. El primero por ser un inadaptado e inseguro que piensa más que actúa, que simpre llega con un plan que se ve que va a ser un fracaso, y efectivamente. Las chicas, sobre todo. O querer independizarse. Lo del profesor de tenis es una revelación. Patético de todas las formas graciosamente posibles, la mejor manera de explicarlo es pensando en esos vendedores de coches en yankilandia, con esos anuncios en los que salen disfrazados de cowboys asegurando los mejores precios. Así lleva su escuela, ávido de dinero que ha visto en la chica una inmensa fortuna, pero claro, ésto es una bonita comedia familiar, y poco a poco se irá volviendo humano (por suerte sin dejar de ser ridículo)
Todos los temas son los típicos de los jóvenes según la edad de los hermanos, lo bueno es que cada uno los afronta como le correspondería a cualquiera de los otros, por no tener ni idea de como comportarse. La más peque odia las cosas de adultos, como cuando un niño enamorado se pone ante su ventana a cantarle 'I Will survive' el mayor que no acaba de decidir que quiere ser en la vida, o nuestra prota que como va a un colegio de monjas intenta parecer peligrosa ante su mejor amiga. Tarde o temprano la madre o el entrenador se enteran y dan la charla, dependiendo de quien sea tiramos por lo serio o no. Con ésto se harán una idea. ¿Por qué recomendarla si no se es fan de Angela? Lo dicho antes, por los personajes de Todd Louiso (un Chris Peterson no tan bruto) y el míster Della Rosa y sus reacciones y caretos.
Para los que les guste el tenis, también hay lo que nunca han visto: cada situación común (como lesiones o sobrellevar una derrota) está tratado de forma realista y amena. La soltura de Angela Goethals como quinceañera y lo creíble como tenista sin que apenas la veamos jugar, y su evolución vital no desdeña de las de Clarissa o Blossom. Son el resto los que ponen el punto disfuncional y ella lo sufre al principio, hasta que le llega la hora de hacer cosas de adolescentes y los errores que eso conlleva. Vuelvo a poner el punto medio entre las dos que acabo de citar, eso es bueno para el tono aquí, ni tan responsable ni tan locamente original.
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