Estas series (extintas) perderían mucho, las buenas se quedarían en regular, las regulares en malas, y bueno así sucesivamente.
-Richard Karinsky, de Los líos de Caroline.
Un tío enfadado con el mundo, una personalidad áspera que esconde un buenazo. Artista frustrado que trabaja ¡coloreando la tira cómica! de su jefa, de quien está enamorado. Alguien tan peculiar, con ése aspecto de científico ruso loco lo lógico es que dé grima, pero progresivamente se va volviendo humano, hasta consigue sus objetivos sentimentales y más o menos artísticos (mítico el episodio en el que vende cuadros en el metro). Al final es casi normal, y entonces fue cuando la serie se fue al traste.
-Abby Morgan, de Dawson crece.
Ahora que ha pasado el tiempo, y sobre todo recordando las últimas temporadas donde todos se traicionan a sí mismos, me cae algo menos peor la mala oficial de la serie. Además que la pobre la palmó de forma muy patética para enseñarnos los peligros del alcohol. Como Jen tenía que unirse al grupo hacía falta otra que cayera mal, y ahí estaba Monica Keena para dar problemas y animar el cotarro. Con una voz muy sugerente en español.
-Reverendo Eric Camden, de Siete en el paraíso.
Es el padre perfecto. Ya pueden decepcionarle una y otra vez sus muchos hijos adolescentes que siempre encontrará la solución idónea para cada caso. Más divertido cuando ayuda a alguien sin que el interfecto se dé cuenta. Y en su condición de pastor de Glenoak hasta el joven más perdido de la sociedad será reformado si se encuentra en su camino con éste superhéroe que nunca falla, como Benji Price paralotodo o el presentador de Bricomanía.
-Las marujas de Gomaespuma.
http://www.youtube.com/watch?v=cjdEm4AyLqY
-Dennis Finch, de Dame un respiro.
Interminable su repertorio, sobre todo contra Nina y Elliot. A la mínima oportunidad meterá una gran frase, sobre sexo generalmente. Sus puntillas y cortes dignos del mejor Chandler, sus frases para ligar dignas del mejor Howard Wolowitz, y comentarios frikis hacen del secretario/súbdito un perdedor con el encanto suficiente para no caer mal. Y eso que algunas de sus bromas son muy rebuscadas. Ejemplo: cuando hace creer a Elliot que cierto regalo erótico es de Maya.
-Kirk Gleasson, de Las chicas Gilmore.
Una serie con
un montón de secundarios con carácter, desde Michel el encargado del
hotel, a la madre de Lane o la abuela Gilmore. Pero quien gana es Kirk,
lo mejor de la serie. Inmaduro, inadaptado, capaz de irritar al más
paciente, sus ideas para negocios son una pasada, como los buzones con
cara de famosos. Incapaz de hacer nada de forma normal, tiene el don de
volver loco a Luke incluso cuando éste intenta ayudarle. Eso fue lo
mejor, cuando preparan una cita en el bar para Kirk y Lulu.
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