-ocupación:
va para escritora.
-motivos para traerla aquí:
es una persona fascinante, aunque sea un dibujo animado.
-analizando a meiko y la serie:
la familia crece, marmalade boy, marmalade box. como prefieran, como título a mí no me gusta ninguno. una serie para adolescentes y veinteañeros que ponían en la 2 en un programa infantil (?). dependiendo de tu edad la verías bajo una perspectiva u otra. ¿por qué meiko?. porque de todos los secundarios y eran unos cuantos, ella era la mejor. keikun estaba al mismo nivel de psiquiátrico pero da para menos estudio. y la prota, miki, era mi preferida entonces, no ahora que soy mayor.
mediante recuerdos no puedo evitar que ahora la que más cariño me profese sea meiko, una chica inteligente y guapa, adicta a las bibliotecas, con problemas en casa (que padres más imbéciles), con problemas de admiradores (el pesao del pelo azul que se escapó de bésame licia), paciente con su soñadora amiga, siempre con una sonrisa y un consejo tras soportar las neuras interminables de la alegre miki. si ya jugara al tenis como los otros sería la leche. pero no podía distraerse con los deportes porque para salir del infierno familiar necesitaba buenas notas, algo así como kate holmes en dawson crece, o kate holmes en secuestrando a la señorita tingle, o kate holmes en jóvenes prodigiosos.
todo apuntaba a que lo conseguiría, y se iría a triunfar como escritora y a una universidad importante. pero el guionista le tenía reservada una prueba mayor: siendo un culebrón todos deben tener sus amoríos, y en esta serie ninguno lo va a tener fácil en ese aspecto. ahora que lo pienso, casi todos tenían un amor platónico y a su vez eran amor platónico de otro. meiko cargaba con satoshi miwa, el del pelo azul que la acosaba con bromitas. pero aunque el chico era un año mayor, a ella no le interesaba por su personalidad, de unos 8 años más o menos. las miras de meiko estaban puestas en el profesor namura, treintañero. ya tenemos el escándalo montao. por muy madura que fuera para su edad el profe no podía ceder a sus encantos, y además una profesora llamada ryoko que también suspiraba por él le puso una noche de vídeo juegos salvajes la trilogía y el tío se acojonó. como es un estirado optó por resistirse. si el mundo fuera perfecto nuestra chica nunca se hubiera enamorado del maestro, permanecería sin novio hasta la veintena y entonces echaría un vistazo a ver si key o guinta hubieran progresado lo suficiente. entretanto se podría haber entretenido con escarceos con anju o arimi por ejemplo y viva la libertad.
pero el mundo no es perfecto. solo al final de los finales de la serie meiko encuentra la felicidad por la que luchó tanto. algo que miki celebra y toma nota de lo que es la vida en realidad, y los espectadores lo mismo. si aluciné hasta límites insospechados con los padres de miki y yuu en los dos últimos episodios, y me alegré de que su personaje, el de la prota acabara justo como pasó, aún me alegré más por la pobre meiko.
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