PUESTO ORIGINALMENTE EL 8-10-2008
-do you remember:
seguro, es un trauma que las quitaran.
-deberíamos recoger firmas y enviarlas a ruffles:
y que internet
sirviera para algo. no me creería ni por todo el oro del mundo que
algunos ''alimentos'' fueran retitrados por escasas ventas. no en el
caso de las ruffles bravas, porque lo ví con mis propios ojos la gente
las compraba. ni siquiera con su sustituto que intentaron colarnos, las
ruffles barbacoa que tampoco estaban mal. también las quitaron y nos
quedamos sin nada, peor, con mezclas extrañas que sí eliminaron nada más
salir y con toda justicia. siempre nos quedarán las ruffles jamón,
pensarían los jefes de matutano. pero ¿por qué dejaron de fabricar las
bravas?. una pregunta que recurre a mi mente de vez en cuando y, aparte
de abrir una vieja herida y añadir limón en ella me deja varios días
pensando, triste, traumatizado incluso diría.
antes de seguir hay que
pararse en un concepto en cuanto a comida basura. uno se hace mayor y
la mayoría de productos que nos acompañaban en la infancia simplemente
dejan de interesar, algo que unido al progresivo bajón de horas de
práctica deportiva y entrada a la vida adulta nos moldea como lo que
debemos ser: personas humanas maduras. hay quien se resiste, hasta los
30 o más pero todos caeremos más pronto o más tarde y nos veremos ahí,
tomando café con los amigos y comiendo cosas como comida china o peor
aún, lasaña.
estoy seguro que en estos años mi paladar ha cambiado y
ya no me saben igual algunos productos que de peque me traían loco, y
por eso no los compro pero igualmente estoy seguro de que muchos han
cambiado tanto en su composición que ahora dan un asco tremendo y encima
son más tóxicos que entonces, porque los han alterado para mal. hablo
de los bollicaos, por supuesto, del arroz inflado de marcas cutres,
algunos helados, la crema de los bollos tipo triángulo... una galleta
príncipe de ahora es una bomba más peligrosa que las de bush, y eso que
éste se atraganta con las normales. solo puedo comerme una galleta
príncipe de ahora si le quito antes la mitad del chocolate, como mínimo
porque claro ahí está el problema. admiro y temo por quien se coma más
de cinco enteras.
pero volviendo a las patatas, es un aperitivo que
no da reparo poner en la mesa sea cual sea nuestra edad. recuerdo que
las normales, las bravas, las de jamón, que eran las tres que yo gastaba
eran para empezar patatas. el corte ideal, ni nuy gorda ni muy fina, y
en el caso de las bravas el punto justo de picante para no resultar muy
fuertes. por eso se las añora. luego vino la polémica del almidón, que
es lo que las pone turgentes y como un estudio dijo que producía cáncer
abusar de él las patatas pasaron a ser tan enclenques que echarse una a
la boca era como masticar aceite directamente. no sé que pasó al final
con todo ese rollo del almidón, si quedó desmentido tras muchos estudios
de las marcas patateras o se encontró una medida porcentual que no
fuera perjudicial, lo que sé es que hoy día cuando abres una bolsa te
encuentras de todo: robustas, una cosa mediana y flacas de las que hasta
se puede ver a través. se me ocurren muchos motivos para viajar en el
tiempo, uno de ellos serían las ruffles bravas aunque solo fuera para,
tras volver a disfrutar de ese sabor y ese olor al abrirlas, echarle una
foto a la bolsa para ponerla en este artículo, que no encontré por la
red. pero no hace falta
porque el aspecto de la bolsa, el sabor y el olor de estas patatas no se
borran en la mente de aquellos que las disfrutaron hace ya más de diez
años.
Catorce años después de tu publicación, aquí hay otro fan de las desaparecidas Ruffles Bravas...
ResponderEliminarVivan las patatas bravas de matutano
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