jueves, 24 de marzo de 2016

Reivindicando las medianías.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 2-2-2013

''Es una fase'' decían ''ya se le pasará'' decían. Me preguntaban por qué estaba grabando eso en el vídeo si no es una de las grandes (pelis o series) No captaban que yo con poco me conformo un The Village Barbershop cualquiera ya me vale Baste un detalle para ganarme como fan, al menos al principio. Podría hablar de Good Morning, Miami: Ashley Williams, Jere Burns... O de Hawaii 5.0 sólo he visto los epis donde sale Larisa. Pero no soy tan sádico. Necesito algo que sea tan de fondo, tan de manual que no exista ni un motivo para apartar la mirada de la pestaña en la que esté escribiendo, jugando, etc.

¿Se entiende ya? Tengo ese problema, de avidez curiosa, mi sentido cotilla me conduce sin remisión a prestarle atención a algo mínimamente ingenioso, dejando lo que esté manejando en ese momento. Unido al otro problema de ser enemigo del silencio, sólo EL podría ayudarme. Lo hizo por nosotros, los amantes de lo simple. Para tenernos contentos. Así vio luz El mundo según Jim.
















Sólo tito Jim (sí, qué pasa, he usado tito) hizo posible lo que Still Standing no pudo. Porque él mismo en su mismidad es el detalle clave. Su presencia, su carisma aun pasado de rosca y kilos es suficiente para hacer de la serie más común y manida apta para esperarla cada día en dos horarios cambiantes en Disney Channel. Es lo único que veía en la tele, y cuando dejaron de echarla, adiós muy buenas. Avisadme si dan lo que falta, que va a ser que no. De cuántas no hemos visto el final (hablo de series de verdad) luego no recordamos si los niños de La piedra blanca murieron o si sólo se pusieron malitos al zamparse aquellas setas.

La cosa es tan fácil como que Still Standing es un bodrio porque no tiene a Jim Belushi (ni a Courtney, ni a Kimberly Williams) y El mundo según Jim sí. Si no, serían la misma cosa de familiar que da asco con las mismas tramas y chistes de siempre, pero los mismos literalmente.

Ocho temporadas nenes, eso duró la serie de, por y para gloria del hedmano. De 2001 a 2009. Que hacía de Homer Simpson humano, y a la perfección oiga. Casi como si el actor tuviera tantas -pocas- ganas de trabajar como el personaje de jugar con sus hijos. Pero no, que va. Jim es un profesional, y se adaptaba a su papel (y a su sillón) tan cómodamente que no sé cómo no le dieron el Globo de Oro directamente. La pobre y sufrida ''Allison'' ya había cumplido con Melrose Place y Ally McBeal, necesitaba otro más para tener la trilogía de grandes papeles televisivos. Y qué mejor que con Jim. Esta hacía de Marge. Y por suerte las pattys son el gordi ése que es para matarlo mucho y Kimberly Williams, más mona... aparte de las originales excusas de Jim para darle largas a las niñas, que la verdad un poco retard... ingenuas eran, pocas situaciones venían de fuera de la familia. Cuando se pasaba algún colega como Dan Aykroyd o Chris Elliott por la serie. Por lo general bastaba con ir al cajón de 'guiones típicos de los 90, sección comedia familiar' y actualizarlo un poquitín si eso.
















Cualquier malentendido con los hermanitos de ella o un plan de Jim para incumplir sus funciones (el del beisbol me encantó, más currado que la mayoría) daba para trama procedimental. Así pues, no hallo otra explicación para que me gustara El mundo según Jim que verle a él haciendo esas cosas, vista ya en otros, pero ese gesto de pasotismo es único en la casa. En la casa Belushi, se entiende. Y nos creemos que una tipa así esté casada con un tipo así, o que termine perdonándole todo, o que se trague sus excusas tan poco creíbles (pa mí que vota al PP y todo)

El caso es que ese HomerJim es todo lo que queremos ser nosotros cuando lleguemos a su edad. Hete aquí la cuestión: una tía buena de esposa fiel, un trabajo prestigioso como el de arquitecto en el que tu cuñado, escudero faldero además, hace todo el curro. Una cuñada con la que pelearte y gastarle bromas de su eterna soltería. Hijas adorabilillas fáciles de engañar para que te traigan la cerveza y lo crean un juego. Y tu propio grupo de música con los amigos de siempre del que eres el líder. Cualquier americano firma y yo, como español y por tanto abducido por las series familiares del tipo meh (¿cómo qué cuáles? Pos el herramientas y el Raymond, claro)  también y considero superior al Jim que apenas se arrepentía de tener a todo el mundo a sus putos pies.

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