sábado, 28 de febrero de 2015

Gafas cinéfilas.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 8-10-2010

Año 2009. James Cameron hizo una peli que revolucionó el celuloide al menos en la parte técnica (o eso dijeron). Para verlo en su esplendor son necesarias unas gafas especiales:















Año 2007. Jaime Rosales hizo una peli que revolucionó el celuloide al menos en la parte técnica (o eso dijeron). Para verlo en su esplendor son necesarias unas gafas especiales:















Ambos dos no recogerán las impresiones de aquel crítico, amateur o profesional, que no haya visto sus obras con las gafas adecuadas. Porque si no se tienen los instrumentos idóneos para el visionado no se puede vivir la experiencia en su totalidad total. La diferencia es que, por una cuestión de presupuesto, las gafas de pasta rosariles sólo pudieron repartirse entre algunos privilegiados, los votantes a premios importantes patrios, y sólo ellos pudieron pillar el mensaje de la peli. Lógico que el resto de la audiencia no entendiera un pijo de lo que se exponía en pantalla, salvo los que se llevaron las gafas especiales de casa previsores ellos. Tampoco es recomendable confundir términos e ir a ver La Soledad con gafas 3D (¿hipermegapolivisión?) o Avatar con las gafas de pasta (no furula). Bastante distrae ya el maravilloso aspecto técnico en la de Cameron. Bastante adormece ya el aspecto técnico en la de Jaime.

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