martes, 6 de mayo de 2014

Misterio de la mina mortal.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 5-4-2009





















Autor: M. V. Carey.
Año: 1977.

M. V. Carey cogió el testigo a la muerte del creador de los tres investigadores, Jupe, Pete y Bob. Jóvenes detectives originales de Robert Arthur. Y apadrinados por Alfred Hitchcock, ahí es nada, que los presenta a los lectores y al final de cada historia los recibe para hablar de como fue la aventura. El caso es que la saga no se resintió, siendo el libro de hoy, Misterio de la mina mortal uno de los mejores, por varios motivos. Para empezar el lugar donde ocurre el misterio, el rancho de Harry Osborne, tío de Allie una amiga a la que ya ayudaron en un caso anterior. Viajar a Twin Lakes para podar los árboles de navidad negocio de los Osborne es la excusa milagrosa que necesitaban los nenes para desviar la atención del plan de tía Matilda de ordenar el patio salvaje, lugar donde tienen los chicos su guarida y que sería descubierta. Así que se van al pueblo casi perdido donde hace tiempo las minas dieron prosperidad al lugar, pero que ahora se ha quedado en localidad pequeña en la que los que hicieron fortuna y no se fueron compraron fincas y hacen negocios parecidos a los de tío Harry.

Allie, de edad similar al trío de detectives, bastante guapa según los dibujos pero tan osada y lista como ellos, sospecha del nuevo vecino que tienen, que no es de fiar. El tipo, Wesley Thurgood es uno de los jóvenes que emigraron y ahora ha vuelto, con una fortuna hecha y adquiriendo entre sus dominios la mina mortal, que ha puesto a funcionar de nuevo no se sabe por qué motivo, para atracción turística no desde luego. Eso es lo que extraña a la chica. En esa parte del pueblo sólo hay otra vecina, la anciana señora Macomber que aparenta ser una viuda standar pero que tendrá mucho que decir en la trama más adelante. Instalados y aprendido su tarea arborícola, los jóvenes detectives aprovechan cada ausencia de tío Harry para ir a investigar lo que pasa en la mina del sospechoso. La trama se complica por varios motivos: disparos en la noche, varios ladrones en busca de un motín que creen escondido en las inmediaciones, el pasado de algunos personajes de los que se duda de su verdadera identidad... y sobre todo el cadáver que encuentran los chicos en la susodicha mina. Prohibida desde entonces la entrada al lugar, las pesquisas de los investigadores irán por otros originales caminos, como accerder a los periódicos atrasados en la redacción del pueblo, averiguar la autenticidad de cierta piedra preciosa que encontraron en la cueva, e investigar la identidad del muerto, que resulta ser un ladrón que hace cinco años traicionó a sus compinches, llegó a Twin Lakes, escondió el motín del robo a un banco y se mató al caer a un pozo dentro de la mina mortal. ¿A que mola?. Hay más. Entre el vecino sospechoso, los mexicanos que tiene trabajando en el reabierto yacimiento, los raros movimientos de la señora Macomber y algún vagabundo que merodea por las montañas cercanas hay miembros de la banda que buscan el dinero que se supone oculto ya sabéis donde, pero va a ser que no. Para encajar las piezas del puzzle los chicos irán demasiado lejos, incluso siendo secuestrados y al final veremos que de los sospechosos unos son malos pero de otra forma a la que se creía, otros son acusados injustamente, y otros son los realmente culpables. Una aventura muy completa en que todos los puntos serán finalmente aclarados una vez más por los tres investigadores... y Allie.

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