PUESTO ORIGINALMENTE EL 18-5-2013
Muchos libros y tebeos nos estás poniendo últimamente señor Kei, dirá el
lector habitual. Para el resto de los lectores que no son él (humor
inteligente) ya saben, la emoción de tener una cámara de fotos digital
nueva, lograr usarla siendo un torpe tecnológico como yo, y estar
haciendo limpieza del armario trastero...
Y entre objetos de culto porque son viejos que nunca tiraré, como las
rodilleras de batman amarillas o libros del cole que sí libero menos los
de inglés, que me están dando también mucho juego here y here apareció ésta maravillosidad:
Sé que los libros pequeñitos tienen un nombre de palabra única, pero
como no me acuerdo y me da pereza ponerme a buscar en google los
llamaremos libros de bolsillo. Silver Kane, pelín hiperactivo
nos da 96 paginitas en gloriosa letra fuente máquina de escribir una
historia muy molona de un tipo carisma mil, Larry el pistolero que clama
venganza va a matar a muchos malosos, tono crepuscular y por todo ésto
pulp a rabiar. Una historia western mil y una veces vista, cierto. Pero
amigos, Larry es un Rubio (Eastwood) con muchas frases épicas y sobre
todo, frases añadidas híperguays para rematar el fin de cada capítulo
pero en bien, nada de noladas. Tipo:
Con su línea cada una para ella sola, que queda más impactante
visualmente. De hecho no sólo para cerrar cada epi y dejarte con avidez
de seguir leyendo, están por todas partes en la narración pero todavía
mejor en los diálogos, mataría a mi TL por una adaptación a cine. Yendo
al argumento propiamente propio, en tan pocas páginas se nos cuenta las
historias de varios personajes pasado incluído, así como se detalla las
muertes que va dando el prota y varias tramas adyacentes que al final
convergen (buenas zapas) que te preguntas cómo lo ha hecho en tan corto
texto. Cuantos tendrían que aprender...
Tenemos a Larry, cincuentón con mucho talento para asesinar con y sin
revólver, mucho rencor pues años ha le mataron a la esposa sin preguntar
ni nada, y se ha pasado toda la vida dando boleto a los causantes de su
viudez. Ha gastado sus mejores años en tan amena afición,
perfeccionando técnicas y puntería, hasta convertirse en el mejor de los
mejores pistoleros del mundo. Algunos le dicen que por qué ha empleado
su vida en ello en vez de aprovecharla haciéndose fan de algún deporte
mayoritario o viendo realities de cocina, y Larry responderá que su vida
acabó cuando a ella la asesinaron. Y empezó otra en el que es un
despiadado y malhablado vengador, que ya se entretiene jugando al
gameboy soccer en los trenes y que los realities de cocina le ponen
bruto.
En las primeras páginas leemos como Larry se deshace del último de su
lista, el malo de la pàntalla final que se ha hecho dueño y señor de un
pueblecito muy mono, todo hay que decirlo. Así que además de facturar su
asunto va a liberar a la comarca de un dictadorzuelo. O eso creemos.
Porque Pat, el villano, tiene esbirros. Y mala pata, no son tan tontos
como habitualmente. Vamos que tardan cero coma en apenarse por la muerte
del jefe y ya se están repartiendo el cotarro entre ellos, y como deben
dar imagen de tipos duros tienen la mala idea de vengar a su vez a Pat.
No por afectividad, sino para marcar territorio.
Pobres ilusos.
No saben lo que el destino les aguarda.
Pronto lo sabrán. Y será terrible.
¿Ven como mola? Pero ésto es sólo el inicio, y para que no sea
únicamente un intercambio de tiros y vendettas hacemos que Larry conozca
a un joven en un saloon, le salve la vida y se convierta en su padawan.
A partir de ahí Matón Viejo enseñará a Imberbe Cándido a valerse en un
mundo cruel donde te matan por medio dólar de plata, o de no plata si tu
rival ha bebido demasiado y has tonteado con su chica. Y además pierdes
al póker un dinero que no tienes. Kent hizo ésto último, Larry le salva
el culo y le toma de aprendiz aunque no crean, de llevarse bien nada.
Es como en los dibus de Spike y Chester
que estoy seguro Los Simpson homenajean cuando la guerra de limoneros
en Shelbyville, con Nelson y Martin. ¿Verdad que sí? Decidme que sí.
Pues eso que ni siquiera le quiere cerca pero no le echa, y cuando le
ayuda incluso le salva a él la vida Larry pone excusas como suerte del
principiante. Poco a poco veremos que el chico no es tan inocente ni tan
tonto, se lo hace para que el veterano no se ofenda. Todos los consejos
'asesinariles' y vitales que le va soltando Larry los toma como clases
gratis, las necesite o no. En realidad de eso va el librito, de la
progresiva aceptación del prota de que lo suyo en particular y el viejo
Oeste en general son cosas en la últimas, que si sale de ésta aventura
con vida quedará tan feliz como inútil para la sociedad, se conoce(rá)
que en los estates son poco agradecidos con los veteranos de guerra.
No problema pa, el avispado Silver Kane lo tiene todo pensado. Hay giro
final. Tras muchos viajes y tiroteos con los compis de Pat, a los que
van eliminando de diversas formas épicas todas ellas, a los tres últimos
se los cargan en el rancho de una señora dama, de nombre Lena. Eso es
malo. No se puede asesinar ahí porque es lugar privado, y Lena debe
decidir el destino de nuestros dos amigos vengadores. Resulta ser la
amiga de juventud de la esposa difunta de Larry. Por aquello de los
viejos tiempos salvarán el cuello, pero entonces: una serie de
investigaciones llevan a Larry a averiguar que ella, la Lena, fue la que
planeó la muerte de la señora Larry. Los putos celos, y eso. Una Olive
Snook en toda regla con ideas propias para el final de Pushing Daisies.
¿Qué hará Larry ahora? ¿La matará? Puede que sí, puede que no, pero
antes se la trincará y simulará el rapto de su hija, Ellis. Porque
nuestro prota es un cabrón y quiere que ella sufra lo que él ha sufrido
todo éste tiempo. Pero aún hay más. Que sí que sí...
Larry el pistolero tiene la ocasión de cerrar todas las tramas y directo
a la editorial a venderlo a Silver Kane, que escribe muy chulo con
frases definitivas y tal. Primero: no mata a Lena, porque con hacerla
sufrir ya le vale. Segundo: al enterarse de la historia, Ellis la odiará
y se irá de casa para casarse con... Tercero: Kent, el aprendiz que se
han enamorao los dos y así se lo quita de encima. Si fuera una jugada de
Scrabble sería triple extra ganadora y los otros castigados a recoger
las fichas.
Pero hay más.
Una última cosa.
Un último suspiro.
Además de Larry y su difunta y Lena, en el grupo de jóvenes de antaño
estaba Goodman. ¿Quién es Goodman? Buena pregunta. Goodman era un fiel
compi de Larry, eran dos Jedis to chulos, pero por una deuda de dineros
se largó avergonzado. Entre pistoleros el honor pesa mucho, y el orgullo
también. Larry aprendió mucho de él, por eso no le tiene rencor.
Goodman murió en algún lugar, pero tuvo un hijo. Que se llama... ¡Sííí!
Kent, que de las veces que le ha salvado el culo a Larry paga la deuda
de su papi.
Jódete Shyamalan, jódete Lucas, jódete... no se me ocurren otros adictos
a vueltas de tuercas. Repito, 96 páginas tamaño bolsillo. Todo éste
culebrón y los tiroteos bien descrito todito. Una cosa muy molona.
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