lunes, 16 de diciembre de 2013

stephen king. el policía de la biblioteca.

PUESTO ORIGINALMENTE EL 18-12-2008

las cuatro después de medianoche. dos historias en el mismo libro: el policía de la biblioteca y el perro de la polaroid. con éstas las que fueron mis primeras lecturas de stephen king, me dí cuenta de que el escritor de maine es mucho más que el genio del terror. en realidad sus libros tratan de otros temas sea cual sea la dosis de monstruos y fantasía. en el caso del policía de la biblioteca el tema es la persuasión, la que ejerce ese ser maligno llamado ardelia lortz sobre todo aquel desdichado que se ponga en su camino. ¿y quien mejor para representar la persuasión que la típica bibliotecaria anciana que asusta a los niños?. en el perro de la polaroid el tema es la relación padre-hijo, esa amistad que se forja cuando el hijo ya tiene cierta edad y descubre que no sólo tienen en común los deportes, papá también fue joven y cometió sus locuras antes de convertirse en el jodido pater familia, que diría clooney. hoy veremos la persuasión:

el policía de la biblioteca.

sam peebles es un tipo desenvuelto, nadie importante pero sí imprescindible en el mundo de los negocios de junction city, ciudad pequeña usa. soltero y tirando a solitario, su vida es el trabajo, en la compañía de seguros y bienes raíces. no es precisamente la alegría de la fiesta. cuando le comprometen para dar un discurso en el club de rotarios (empresarios importantes de la ciudad) lógico que se ponga un poco nervioso. quiere darle un toque alegre a su charla e incluir algunos chistes para salir triunfante del evento, y para ello decide buscar libros de chistes y se dirige a un edificio al que no va desde hace muchos años: la biblioteca. como todos los que vuelven a ese sitio tras mucho tiempo sin pisarlo va acompañado de una serie de traumas y miedos, y sobre todo una culpabilidad por el largo período de ausencia. ¿por qué?. porque es cultura gratis y la hemos rechazado. avergüénzate, sam, y no creas que por ser adulto ahora te vas a librar del sermón de la vieja bibliotecaria bruja, regordeta, de pelo blanco y fría mirada. pero ésta también sabe ser amable además de lista aunque sus ojos digan lucifer. piensen en anne bancroft ya mayor, excelente actriz que en gloria esté. cualquiera que entre en un edificio grande y antiguo, lleno de libros y se vea obligado a tratar con semejante tipa se sentirá de nuevo como un niño asustadizo; tampoco ayudan los carteles de silencio con ilustraciones casi terroríficas. ni siquiera al bundy pudo en un episodio muy divertido de matrimonio con hijos.
sam aguanta como puede la conversación haciendo uso de su experimentada verborrea de negociante, y consigue dos libros que promete devolver en el plazo estipulado, una semana

-¿y si no lo hago?.
-si no lo hace, enviaré al policía de la biblioteca en su busca.

el discurso fue un éxito arrollador, tanto que una borrachera para celebrarlo le hizo olvidarse durante días de las responsabilidades con la sociedad en general, y ardelia lortz la bibliotecaria en particular. el 7 de abril sam aprieta el botón del contestador, y allí está ella, su voz es suficiente. dice que está decepcionada, que debió haber devuelto los libros. pero que le concede una prórroga, hasta el lunes por la tarde. pero por más que busca los libros no aparecen, por una casualidad han sido destruidos, y no será suficiente pagar la multa y el coste de nuevos ejemplares. cuando regresa a la biblioteca dispuesto a pasar por una experiencia más incómoda aún que la otra vez, sam peebles se encuentra con una sorpresa: la biblioteca no está tal como la recordaba. el edificio es otro, es una biblio moderna y los que la atienden son unos jovencitos becarios. se da cuenta entonces de que los libros los cogió de un lugar del pasado, de hace medio siglo. y le atendió un fantasma.

el resto del relato es un viaje a los recuerdos de sam y de otros personajes, que tienen mucha más historia de la que aparenta la situación actual de cada uno. naomi, secretaria agente libre y humanitaria. dave, hoy viejo borracho enfermo, hace décadas talentoso pintor que fue amante de la joven ardelia, la entonces atractiva bibliotecaria que cometió un horrible crimen que nadie osa recordar. ahora que ha vuelto y acompañada del policía de la biblioteca, sam deberá salvar la vida haciendo algo a lo que no está acostumbrado: abrirse y confiar en los demás. sólo así conseguirá las herramientas físicas y psicológicas para librarse de la sensación de intimidación y persuasión a la que el monstruo le tiene sometido, darle la vuelta y ejercerla él. sólo así conseguirá librarse del monstruo y despertar a la vida quitándose una venda de cinismo que le impedía ver a las maravillosas personas que le rodean.

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